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4 meses agoon
En la semana también el Colegio de Periodistas AC felicitó a los galardonados.
El Arzobispado tapatío otorgó el Galardón José Ruiz Medrano, a destacados comunicadores como un reconocimiento a su trabajo mismo que ha repercutido en el entramado social en favor de la fe. Esto ocurrió el pasado 24 de julio, donde alrededor de 50 personas se reunieron en la Sala de Cabildo de la Catedral Metropolitana, para participar en la 22° edición de este evento.
La ceremonia fue presidida por el Cardenal Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara, además de contar con la presencia del Presbítero Guillermo Chávez Aguayo, sub-director de Semanario y Presidente del Jurado Premio, y del Presbítero Antonio Gutiérrez Montaño, director del Centro Católico de Comunicaciones, quien durante la introducción al evento agradeció a los presentes y aprovechó el momento para recordar a la figura del Padre Pedro Rodríguez, fallecido durante este año, pero quien ayudó a la consolidación de la Pastoral de la Comunicación, la cual se encuentra celebrando su aniversario número 25.
Sus orígenes
El premio surgió en el año 2000 como iniciativa de la Sección Diocesana de la Pastoral de la Comunicación para poner en el escenario de la gratitud a personas, organizaciones y/o Instituciones que han destacado por su trayectoria, permanencia y solidez en el quehacer de las comunicaciones, recordando a la figura del sacerdote José Ruiz Medrano, quien, entre muchas cosas, fue un gran comunicador de la verdad evangélica.
A partir de entonces, han recibido este Reconocimiento 57 personalidades y 9 instituciones del campo de la Comunicación, que han dado sus mejores frutos en la ardua tarea de comunicar, formar e informar.
Los galardonados
Tras el análisis de 12 propuestas, 2 personas y una pareja fueron acreedores a este premio en su edición 22°, siendo el primero de ellos Fray Gabriel Chávez De La Mora, arquitecto, artista plástico, artesano, tipógrafo y diseñador gráfico, quien a través de la construcción ha trabajado por comunicar la creación desde un punto de vista teológico-litúrgico, junto con aspectos antropológicos y culturales.
También recibió el reconocimiento el licenciado Abel Campirano Marín por su desempeño profesional en la industria de la radio al desarrollar una gran labor humanitaria y social, especialmente en la promoción y desarrollo de las personas.
Finamente, el estudio de producción de cine y televisión Mediaquest, fundado por Laura y Antonio Peláez, fue reconocido por sus más de 30 años de experiencia en la industria del entretenimiento y la publicidad, en países como Estados Unidos, México y España, focalizando sus esfuerzos en la realización de producciones fílmicas que abordan los valores sociales y humanos.
Las reflexiones del momento
Pese a que Fray Gabriel no pudo asistir presencialmente a la ceremonia, compartió en video un mensaje en donde agradeció al jurado por su selección al reconocer a la arquitectura como una forma legítima de comunicación.
“Hay edificios que en su fachada nos dan mensajes de serenidad, y hay otros que, por el contrario, nos hacen ruido (…). Más importante es aún su interior, ya que envuelve y cobija a sus habitantes, los ayuda u orienta, o no (…). Pensemos cómo pueden los espacios ayudar o no a la participación activa en la liturgia”, compartió a la distancia, siendo el arquitecto Luis Miguel Argüelles Alcalá, quien acudió en su representación.
Asimismo, el licenciado Campirano, por cuestiones de salud, tampoco pudo acompañar presencialmente a la ceremonia, enviando a su hija Raquel Campirano para compartir su discurso, en donde se confesó inspirado por el propio sacerdote José Ruiz Medrano y su amplia trayectoria, además de compartir su profunda alegría por la distinción, la cual implica un nuevo reto para su desarrollo profesional el cual, hoy más que nunca, cobra una responsabilidad aún mayor en favor de difundir la palabra de Dios.
Finalmente, Antonio Peláez compartió a los presentes una anécdota que él y su esposa, Laura Díaz, co-galardonada, vivieron al encontrarse por primera vez con San Juan Pablo II, quien, al conocer su trabajo audiovisual, los incentivó a continuar su labor comunicando los valores de Dios. “Hemos intentado seguir las palabras que un santo mexicano nos dijo hace 30 años, y en esta seguimos (…). Este premio no es importante por quien lo recibe, sino por quién lo da: la Iglesia”, señaló, además de recordar a los presentes la capacidad que tienen los medios de comunicación a la hora de influir en el entorno, siendo importante cuidar y usar esta herramienta en favor del respeto a la dignidad humana.
Antes del cierre, el Cardenal Francisco Robles habló de aquellos rasgos que nos hacen estar cerca de Dios, entre ellos la capacidad de ser cocreadores del mundo que Él nos ha obsequiado. “Nos dio el derecho y la posibilidad de recrear, mejorar y hacer progresar su creación (…). También nos dio el Don de la comunicación (…), ser capaces de captar lo que nos dice, y entrar en diálogo con Él”, insistiendo en la importancia de utilizar dicha herramienta en favor de la verdad, el amor, la esperanza y la libertad.