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6 meses agoon
Carlos Santiago Rosales Martínez, estudiante de quinto semestre de la Licenciatura en Arquitectura del ITESO, es uno de los integrantes del equipo de investigadores que descubrió dos especies de plantas en la Sierra de Manantlán, en el Sur de Jalisco, que están en peligro de extinción.
Egresado del Colegio Alemán de Guadalajara, Santiago Rosales ya cuenta con artículos de investigación en temas de botánica y zoología para los cuales ha colaborado y que han sido retomados por diferentes publicaciones internacionales.
Echeveria cuevasii y Echeveria vazquezii son los nombres de las dos plantas descubiertas, de las cuales al momento se reconoce su potencial como especies ornamentales, pero se requerirá más investigación para aprender respecto a otras propiedades. Ambas especies se consideran en peligro de extinción, dada su limitada distribución en la región.
La investigación que permitió descubrirlas inició hace más de 10 años, bajo la batuta de Ramón Cuevas Guzmán, profesor investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG), quien encontró dos plantas en la Sierra de Manantlán que tenían características inusuales respecto a otras similares del mismo género.
Años más tarde, José Antonio Vázquez García, profesor investigador del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la UdeG, invitó a Rosales a colaborar en el proyecto para determinar si se trataba de especies ya conocidas o si, en cambio, estaban tratando con un descubrimiento nuevo para la ciencia.
“Nos tocó revisar ejemplares en el laboratorio que se trajeron desde la Sierra de Manantlán. Observamos primero las discrepancias ecológicas que hay respecto a otras especies y analizamos sus características para la descripción morfológica que es la que se publica en un artículo. Y tras esa exhausta revisión, determinamos que en efecto eran nuevas especies”, señaló el joven.
La relación con el doctor Vázquez García surgió a través de Facebook, unidos por su interés en las plantas suculentas. Fue Santiago quien lo contactó para invitarlo a colaborar en un proyecto relacionado con la descripción de un agave híbrido.
A partir de entonces, “en conjunto ya hemos logrado realizar alrededor de 35 reclasificaciones de plantas y aproximadamente 18 artículos orientados mayormente hacia las plantas”, comenta el estudiante.
Aunque a muchos sorprende que su elección profesional no haya estado relacionada con la botánica, Rosales Martínez afirma que su intención es contribuir a mejorar el mundo desde la arquitectura.
“Me decidí por esta carrera porque me interesa mezclar estas dos pasiones. Sabemos que se vienen crisis ambientales muy severas, entonces tenemos que buscar la forma de construir ciudades que permitan que la naturaleza y el hombre no estén peleados”, compartió.
Atraído por la naturaleza que envuelve al campus, el joven eligió esta casa de estudios como su alma mater. “Creo que la enseñanza del ITESO es contribuir junto con las personas a la mejora del mundo, tomando en cuenta temas como la sustentabilidad”, apuntó.
Haciendo se aprende
“A mí me han dicho que haciendo se aprende. Y he tenido tropiezos y caídas, pero es la única manera de poder realmente llevarme algo”, añade. Agregó que de sus padres ha aprendido que no hay que quedarse sólo con los conocimientos que a uno le dan, sino también buscarlos e innovar.
Durante el semestre, Rosales Martínez dedica todo su tiempo a sus estudios y los periodos vacacionales los invierte en sus investigaciones y colaboraciones de botánica. “Ambas cosas me apasionan muchísimo y, casualmente, ambas facetas son muy demandantes”, apunta.
Afirma que en el ITESO ha podido hacerse de herramientas de ética, reflexión y comunicación que han aportado a su labor investigativa, en tanto que ha podido aprender mucho de sus experiencias colaborativas y de sus colegas investigadores.
Recomienda a quienes están interesados en la investigación que busquen recursos en línea, desde videos en YouTube hasta redes sociales. “Hay cosas muy valiosas e infinidad de artículos que podemos consultar rápida y fácilmente. Tenemos suficientes herramientas para alimentarnos de conocimiento, pero también es muy importante construir las relaciones sociales con personas que ya son expertas en el campo de tu interés”.
Además de continuar colaborando con investigaciones relacionadas con la botánica, Santiago Rosales se plantea trabajar en temas de paisajismo y ciudades verdes e, incluso, emprender.