Preferir las bebidas embotelladas y endulzadas, sobre todo las de color negro, representa un riesgo incrementado de desarrollar enfermedad renal crónica.
Una alimentación rica en verduras, frutas y legumbres, acompañada de una hidratación a base de agua simple, es un factor esencial para prevenir la enfermedad renal crónica, una patología que merma la calidad de vida cuando llega a etapas extremas, al requerir algún tipo de diálisis e incluso de trasplante de riñón.
En el marco del Día Mundial del Riñón (9 de marzo), la investigadora adscrita a la Unidad de Investigación Biomédica No. 02 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, doctora Fabiola Martín del Campo López, destacó al agua como un insumo que permite un adecuado funcionamiento de los riñones, por lo que sustituirla por refrescos o jugos no es adecuado.
“Preferir las bebidas embotelladas y endulzadas, sobre todo las de color negro, representa un riesgo incrementado de desarrollar enfermedad renal crónica por la sobrecarga de azúcares para el organismo. Muchas veces se prefieren las de ‘dieta’ y, si bien es cierto que la cantidad de azúcares que contienen es menor, al igual que otros refrescos contienen ácido fosfórico, sustancia nociva para el riñón”, advirtió.
Asimismo, informó que el exceso de sal en la dieta también propicia la enfermedad renal crónica, puesto que no sólo se encuentra en la sal de mesa (al agregarla a los platillos) sino que se encuentra encubierta especialmente en productos altamente procesados, como los enlatados, embutidos, etc., por lo que es importante llevar una dieta lo más natural y balanceada posible.
“En este sentido, también es importante destacar los alimentos que son benéficos para el riñón: verduras, frutas y leguminosas como frijoles, garbanzos,
lentejas. En nuestro país hay una disponibilidad muy alta de estos productos y sin embargo los consumimos poco. La invitación es a valerse de la gastronomía para el autocuidado de la salud”, indicó.
La experta explicó que es preferible, si no se tiene suficiente tiempo para cocinar, el uso de vegetales congelados y pre-cocidos al de aquellos que se enlatan. Indicó que hay múltiples formas de preparar verduras, frutas y proteínas de origen vegetal, como en guisados, sopas y cremas.
“La salud renal es de todos. Tenemos en nuestras manos el poder de cambiar la historia de esta enfermedad, que es ya un grave problema de salud pública a nivel mundial, con tan sólo cambiar pequeños hábitos de nuestra vida diaria que no sólo incidan en nosotros, sino también en nuestras familias”, concluyó.
