La pieza de arte urbano es de la autoría del arquitecto, escultor y urbanista, Fernando González Górtazar
El proceso de restauración incluyó la intervención de la estructura de la pieza, emplaste de escultura, pintado en la escultura y un tratamiento especial a la jardinería circundante; la inversión fue de 8.2 millones de pesos
Para preservar el patrimonio cultural y artístico de Guadalajara hoy se presentó la restauración de la escultura «La Gran Puerta», una obra representativa y emblemática de la autoría del arquitecto, urbanista y escultor, Fernando González Gortázar.
Esta obra, ubicada en el Parque Amarillo de colonia Jardines Alcalde, es un ícono de la ciudad —a partir de su creación en 1969— y fue sometida a un proceso de revitalización para resaltar su belleza y asegurar su legado para las futuras generaciones.
Pablo Lemus Navarro, Presidente Municipal de Guadalajara, destacó la importancia de recuperar estas obras de arte urbano y afirmó que con esta restauración se rinde homenaje a la memoria de Fernando González Gortázar, subrayando la trascendencia de sus obras en la ciudad y su contribución al patrimonio cultural de México.
“¿Cómo es posible que nuestra ciudad, teniendo esta hermosura de obras arquitectónicas, muchas personas no la conozcan? Ahora van a tener este incentivo de venir a conocer, de cuidar del patrimonio, porque también éste es una parte fundamental”, afirmó el Munícipe.
Lemus Navarro consideró que este proceso de restauración, no solo devuelve a «La Gran Puerta» su esplendor original, sino que también destaca el compromiso del gobierno con la preservación y revitalización de los lugares emblemáticos de la ciudad.
Además, el alcalde anunció un proyecto especial, en homenaje a la pasión de Fernando González Gortázar por la vegetación.
“Narda (González), en nombre de Fernando (González), dona a la ciudad de Guadalajara esta colección de plantas que vamos a instalar en el Parque Alcalde, y que va a ser un nuevo atractivo para la ciudad”, agregó el Primer Edil.
La escultura, inspirada en el origami y pintada en un vibrante amarillo intenso, presenta una variedad de volúmenes que invitan a la exploración y el disfrute.
Francisco Ontiveros Balcázar, Director de Obras Públicas, destacó que la escultura requería una atención urgente debido a los problemas estructurales que presentaba.
“Lo que hicimos fue una restauración estructural de fondo. Teníamos un altísimo grado de corrosión en todas las piezas, fueron reparadas, se hizo un cálculo estructural para poder estar soportando los diseños del día de hoy, y que esta pieza nos puede durar mínimo otros 50 años más”, mencionó Ontiveros Balcázar.
El proceso de restauración incluyó el reforzamiento de estructura, demolición de aplanado existente en mal estado, emplaste de escultura con fibra plástica, demolición de piso de piedra laja y colocación del piso de concreto.
También se hizo la rehabilitación de la iluminación de la escultura, poda de árboles, aplicación de pasto, colocación de pintura acrílica satinada en monumento y de pintura esmalte en herrería.
Se hizo la mejora en el forjado de escalones, andadores y banquetas con concreto y la instalación eléctrica, con postes cónicos y luminarias.
Además de la restauración arquitectónica, se le dio un tratamiento especial a la jardinería circundante, en la que destacó el cuidado de una parota, un árbol patrimonial de más de 90 años, ubicado en el Parque Amarillo.
La inversión de esta restauración ascendió a 8.2 millones de pesos, lo que demuestra el compromiso con la conservación del patrimonio artístico y cultural de la capital de Jalisco.
Narda González Silva, hija de Fernando González Gortázar, expresó su gratitud al Ayuntamiento de Guadalajara por el trabajo realizado en este lugar, especial para su familia.
“Estoy segurísima de que mi papá, desde donde esté, estaría feliz. Feliz de que en su casa, que siempre fue Guadalajara, aunque fuera errante en el mundo, siempre tuvo un lugar muy especial en su corazón para esta ciudad. Guadalajara es el único lugar que nunca podrá borrar de su corazón. Muchísimas gracias”, agregó la hija de González Gortázar.
Fernando González Gortázar, nacido en la Ciudad de México en 1942, dejó un legado artístico significativo en Guadalajara, donde se destacó como alumno de los artistas Mathias Goeritz y Olivier Séguin.
Recibió numerosos premios a lo largo de su carrera, incluyendo el Premio Jalisco en Artes Plásticas y el Premio Nacional de Ciencias y Artes.
La mayor parte de sus obras se encuentran en Guadalajara, entre ellas la Fuente de la Hermana Agua, el ingreso al Parque González Gallo, la Torre de los Cubos y, por supuesto, La Gran Puerta.
Héctor Garduña Medina, Presidente de la Mesa Directiva de la Asociación de Vecinos de la colonia Jardines Alcalde, expresó su gratitud y alegría por la restauración del Parque Amarillo.
“Muchas gracias Alcalde por esta obra que para nosotros significa muchísimo. Es motivo de orgullo, porque todos de alguna manera hemos convivido con esta obra a lo largo de nuestra historia, desde niños, adolescentes, veníamos a visitarla”, dijo el colono.
Con estas acciones se refuerza el compromiso de Guadalajara con su identidad, su patrimonio y su gente, manteniendo viva la pasión y la grandeza que caracterizan a esta ciudad.
Además, se considera que la obra de Fernando González Gortázar es un faro de inspiración para todos los tapatíos y visitantes que la disfruten en las generaciones venideras.
A este evento asistieron Sara Obregón Davis, Presidenta de la Fundación de Arquitectura Luis Barragán; Francisco Javier de Alba Martínez, Director de Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco; Aldo de Anda García, Regidor del Ayuntamiento de Guadalajara; Rafael Orendain Parra, Coordinador de Proyectos Estratégicos de Guadalajara; así como vecinas y vecinos de la colonia Jardines Alcalde.